LA NUBE EN EL JARDÍN... El rompimiento es una nube que te roba el sol un rato



Creo que Ed Maverick despierta opiniones tan divididas porque la tristeza de su música es una tristeza suelta, o sea que no hace nada para contenerla ni esconderla. Se escucha en cómo canta gritando, su guitarreo es brusco, las letras están tan desnudas que casi son agresivas. Es un tipo de expresión desinhibida y directa que no cae bien a mucha gente, porque mucha gente tiene miedo de sus sentimientos. Porque los sentimientos son irracionales. Miedo, pues, a perder el control, o a ser controlado por los sentimientos. Cuando escucho las canciones de Ed, siento que oigo hablar a alguien que ya ha perdido ese miedo a sus propios sentimientos y que se está dejando llevar. Aun así, a pesar de toda la violencia de sus sentimientos, en el centro de todos los gritos hay un corazón latiendo, tierno, sensible y quedito. Para mí, es un balance perfecto. Esta es una impresión que se acrecenta cuando escucho La Nube en el Jardín. Me refiero al cortometraje dirigido por Hermann Neudert cuyo soundtrack son tres canciones del álbum con el mismo nombre: nube gris, no hay problema, y nadie va a pensar en ti mejor que yo. Para empezar creo que el cortometraje es precioso porque presenta no la historia, sino la idea del rompimiento. El rompimiento, lo mismo que el amor, nadie sabe cómo empieza. Tenemos miles de teorías y explicaciones que la verdad es que no convencen a nadie. El rompimiento es un misterio. Surge, sea por uno o por ambos lados de la relación, primero como espinita y después como herida plenamente sangrante que requiere una atención particular. En la mayoría de los casos, si la herida es incurable, la amputación se hace presente. Cortar de raíz, contacto cero, ADIÓS. Pero es difícil, sobre todo cuando se ama de veras. En La Nube en el Jardín, creo yo, el rompimiento ya ha sucedido desde el principio y se trata de un viaje emocional post-rompimiento. Las chicas están despertando al primer amanecer de su nueva vida sin la otra, y la primera canción es crucial, porque aborda directamente una de las ideas centrales del álbum: la nube. La nube que bajó para ponerse justo sobre tu jardín. Esta nube es la idea de la otra persona cuando ya has roto con ella, la nube persistente que te roba el sol. La idea de esa persona volviendo a existir, volviendo a vivir después de ti, después de la experiencia de tu amor. Esta nube llega a ser tan parte de tu vida que lo primero que sucede en tu día es esa nube: soy la nube gris que te acompaña, hoy salí por la mañana, te tuve que despertar... La perspectiva de la canción es clave: eres tú pensando en que la otra persona va a dejar de pensarte. Avanzará en su vida. Va moverse a nuevos lugares que tú no sabes cuáles son. La nube que eres en su vida se disipará: soy la nube que te acompañaba, hoy salí por la ventana y no te quise despertar... Es el amante volviéndose consciente de la devastación: soy olvidable. Seré olvidado. 

No hay problema. Contrario a lo que uno quisiera pensar, el entendimiento de algo no trae ninguna paz. Antes al contrario, puede agrandar la crisis, profundizarla. nube gris, musicalmente, no explota en ningún momento, es un ritmo armónico y muy claro, un amanecer despacio, porque nube gris es el primer entendimiento. El contraste con no hay problema es obvio. Desde que empieza con esa guitarra awitada ya sabes que el ritmo se va acelerar. El amante ya no tiene control sobre sus sentimientos. Esta es una de las partes más difíciles del rompimiento. Porque el entendimiento no trae paz, entender no sirve de nada en un asunto irracional como lo es el amor. Es irracional la manera que tiene el amante de aferrarse a su amor, no sabe que su amor se va, precisamente, para ya no estar con él, para ir a donde él no está: que quiero ir contigo a donde vayas, y si no puedes, no hay problema. El amor quiere saber quién es sin el amante, quiere saber si puede ser otra cosa que amor. ¿Sí me explico? Las dos veces de mi vida en que he amado, el amor se convirtió en el centro de toda mi vida. Veía y vivía mi vida desde el amor que yo he sentido por Lucero y por Angélica. Hay toda una etapa de mi vida que se trata sobre Lucero, sobre yo amando e hiriendo a Lucero. Y actualmente estoy amando e hiriendo a Angélica, y soy incapaz de observarme en mi vida, en mi historia personal, afuera del amor que yo le tengo. Simplemente soy incapaz. El amor se expande hasta llenarlo todo. Claro que es una desventaja enorme, para mí, vivir y ser así. No es sano ni recomendable hacer la vida alrededor de alguien. No es racional, no es adulto. Pero no me importa, y precisamente por esto entiendo y conecto con La Nube en el Jardín, en especial con no hay problema. Cuando ya has entendido que la otra persona ya se separó, y que ya se está yendo de ti, y que no va a esperarte, se despierta el migajero que duerme en ti. Y la letra de la canción es la de alguien aferrándose sabiendo que aferrarse no cambiará nada: entiendo si tú te tienes que ir, tal vez, el futuro, nos vuelva a reunir, no importa qué pase igual vives en mí, y no veo pa cuándo me olvide de ti, si tú ya me olvidas pero eres feliz, lo demás no tiene que importarme a mí. Es la descripción perfecta de ese querer soltar y no poder, saber que es hora de soltar, que ya es hora, y que las manos te fallen al soltar, que no te obedezcan, que no suelten lo que tienen agarrado, aunque le estén haciendo daño, aunque lo estén lastimando... es una sensación necesaria y terrible. Pasar por esa parte es duro. Ella simplemente se irá y cuando te des cuenta de que aquí donde estás, donde sigues estando, nadie va a venir y que eventualmente no habrá nadie porque tú también te irás, es de las cosas más tristes que hay por hacer en el planeta tierra. Esta rola es tan desgarradora como ese sentimiento. El sentimiento que te hace decirte a ti mismo: es una ruptura... Lo que era firme, lo que era sólido, está roto, lo rompiste, lo rompió, lo rompieron. Hay un poco de persona ardida en esta rola, de persona encabronada a causa del amor, persona que se siente estafada porque invirtió tanto en lo que ahora solo es nada, una enorme nada a cambio de todo tu mundo, de todo tu tiempo, de todo tu amor. Pero así es el amor. Así es cuando dos se enamoran. Así es como es, y no hay problema

Antes de abordar la última y más cabrona canción, quisiera decir algo que me parece curioso, y es que esta álbum no conectó igual conmigo cuando lo escuché la primera vez. Fue en casa de Valencia, yo venía de una cita sexual en El Paraíso y no me sentía particularmente emotivo ni melancólico. Entonces Julián, que casi siempre está emotivo y melancólico, lo puso en la tele, es decir puso el cortometraje, y aunque los visuales me parecieron bonitos y awitantes, ni siquiera intenté escuchar lo que decía la letra. Y aunque la hubiera escuchado, no hubiera hecho efecto. Simplemente no estaba en esa parte de mi vida en que necesitaba un álbum como este, no estaba en ese mood. Y ahora sí lo estoy. Me he sentido, por primera vez en mucho tiempo, genuinamente triste. Tristeza pesada y espesa. Me enamoré de alguien de quien no debía enamorarme y me vi obligado a guardarme el amor en el pecho. Encerrarlo, negarlo y reprimirlo. Y eso me puso triste. Entonces caí en este álbum. Y lo escucho y veo el cortometraje y todo hace click. Cada oración, cada escena, cada sonido al fin tiene sentido para mí y entiendo de lo que me quiere hablar el arte de Ed Maverick. Y luego le pedí a Angélica que lo escucháramos juntos, y fue un día raro en que llovía con calor, era el aspecto de un día triste pero la temperatura estaba exótica. Nos acostamos desvestidos en su cama, prendimos el ventilador y un gallo y empezamos a escuchar. Y los dos lloramos porque supimos que lo de ése álbum nos pasaría a nosotros. Porque el destino del amor es acabar. Pensamos en todas las vendas que el amor nos tiene que poner para que le creamos y le demos fe. Es una alucinación el amor, pero una alucinación de todo el cuerpo y de más allá del cuerpo. La realidad siempre le lleva la contraria al amor. Lo intenta destruir y tarde o temprano lo logra. Por eso lloramos con este álbum. Abrazados lloramos. ¿Y la última canción?

Por algo dije que nadie va a pensar en ti mejor que yo es la más cabrona del álbum. Para empezar, esa es una frase que dices cuando ya no te queda nada que decir, la dices de puro coraje, de impotencia y desesperación para ver si provocas algo en la otra persona que la haga quedarse aunque sea un ratito más. Y aparte de eso, es una canción curiosa, parece empezar alegre, describe un plan casi perfecto: ven a mi muñeca vamos a hacer el amor, ven a mí muñeca, vamos a quemar un blunt, vamos a bañarnos, empaparnos en amor, el día está nublado y a tu lado aquí estoy yo... es una idealización, ¿qué mas va a ser? Antes del olvido, del olvido grande, un último ataque de nostalgia. Porque aquí fue la felicidad, aquí fue el cariño, la confianza. Aquí se amó. Es un reconocimiento de todo lo que fue, su derecho a seguir siendo en el recuerdo. Por eso, POR ESO LA CANCIÓN explota, ¿qué dice la letra después de la nostalgia? ¿De qué sirve hablar?, no te quiero ver, ¿de qué sirve verte si no te puedo tener? Reconoce lo valioso del recuerdo, pero es consciente de que es insuficiente. No puede vivir el amor de recuerdos. Se muere, se seca. El amor necesita presente, y en el presente ya no están los que se aman. Ya no hay dos, ya no hay el uno que eran los dos. Una mirada a lo lleno que estaba el pasado, y lo vacío que luce el presente. Hay que volver a poblar el presente, poblarlo de personas, de sentimientos, de acciones y lugares, volver a poblarlo de vida. La perspectiva de tener que hacer eso, de tener que hacerlo OTRA vez, duele, cansa. Y por eso decía lo del principio, de que no es recomendable ser un amoroso en esta vida. Que tu vida gire alrededor de quien amas es peligroso, porque le entregas tu vida. Y puede hacer con ella lo que quiera. Y aunque ese sea el chiste de amar, sigo sin recomendarlo. Yo quisiera ser una persona que lo puede dar todo en su trabajo, en su estudio, en su vida familiar, en algún deporte. Pero hay algo en el amor, en la experiencia romántica, que simplemente me hace experimentar lo completa y perfecta que es la realidad. Siento que es la única experiencia vital que a mí me llena, que me hace sentir que estoy vivo y soy alguien. Siento que vine a este mundo para sentir esto en el cuerpo, para ser este cuerpo que ama y que sufre porque ama. Amo y sufro este álbum. 

mientras mirábamos humear las cenizas del gallo, Angélica me dijo que la frase es engañosa: "nadie va a pensar en ti mejor que yo". Quisimos ser reales y admitimos que esa frase miente. Alguien va a pensar en ti mejor que yo. Me preguntó si yo llegué a sentir eso con Lucero, ese último resentimiento amoroso que quiere amenazar a la persona que se va "nadie te va a amar como yo, nadie te dará lo que te di"... siempre queremos que sea así, necesitamos que sea así, podremos no tener el cuerpo, la voz, la presencia de la persona amada, pero al menos nos queda ese orgullo egoísta que quiere decir "nunca volverás a sentirte tan amada como conmigo". Pero es mentira. Y es cierto que es mentira. Alguien volverá a enamorarse de esa misma persona a la que amaste, y lo hará de una manera nueva, desconocida e imposible para ti, le dará un amor que tú nunca podrías darle, va a pensar en ella mejor que tú, porque la conocerá en su presente, en el presente de su vida y su persona. Creo que este es el último darse cuenta, el jefe final. Si sobrevives a esta idea, si asimilas que está con otra persona no para remplazarte, ni para cubrir tu hueco, sino por expansión, por gusto propio, por deseo y por plena voluntad, entonces todo se irá sintiendo más libre, más liviano. Alguien más la ama más y esto es normal. Es natural que el amor siempre encuentre en quién seguir sobreviviendo. Y todos merecen amor, y todos merecen a alguien que piense en ellos mejor que nadie. Alguien pensará en Angélica mejor que yo. Alguien piensa en Lucero mejor que yo. Pero alguien pensará mejor en mí que Angélica, y Angélica piensa en mí mejor que Lucero. Y así es como las cosas son. no hay problema. Gracias, nubecita gris que se detuvo en el jardín, en mi jardín, por un ratito, gracias por el ratito que estuviste, gracias por el rato en que te fuiste, gracias por haber llovido encima de mis flores, le diste a mis flores de tomar y gracias, gracias, que te vaya bien, que tengas cielos más azules y que la gente que te vea te encuentre mil formas, que seas mil figuras para los mil ojos que van a mirarte. gracias. 


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