Wey, weyyyyyyyy...relájate un chingo



wey qué puedo decir a veces la raza que lee se pone a malacopear con sus gustos y su intensidad sobre "el arte" y "la poética" y todas esas mamadas trascendentes que nos hacen sentir como si fuéramos algo que importa, de repente sientes que los textos fueron escritos especialmente para ti y que eres el dueño de su sentido único y que sólamente tú tienes la clave para descrifrar las métaforas y símbolos y guaguagua wiriwiriwi. lo sé porque me ha pasado...he sido el malacopa literario. no me avergüenza porque hay una razón, hay razones para serlo. no me arrepiento de haberlo sido, y no me arrepentiré cuando lo sea otra vez. pero muy, muyyyy de vez en cuando toca relajarse y leerse algo de chill porque simplemente todo lo que quieres es una historia cabrona, interesante, bien contada por un wey con buena voz...de repente no se me antoja vivir experimentando revelaciones existenciales en cada viaje en taxi o descubrir una nueva verdad sobre la esencia del ser un lunes por la mañana...de repente soy, digamos, un changuito que se entretiene mirando luces y cohetes coloridos en el cielo...el changuito dentro de mí aplaude y quiere más y llevaba mucho tiempo queriendo ser encandilado por las luces de la pirotecnia. Por eso fue una suerte para mí el haber dejado de lado hace poco, al menos por un temporada, a Dostoievski y a Cervantes y a Sor Juana  en general a todos los nombres serios que me hacían sentir un lector super serio. Y además no es como que no haya arte en diseñar un buen programa de fuegos artificiales, no es como que no requiera ingenio ni talento entretener a una manada de changuitos aplaudiéndole a la lumbre...

mis fuegos pirotécnicos han sido, entonces, dos sagas a las que volví y que he continuado (tras haberlas dejado a la mitad hace un puño de años) leyendo con el hambre del wey que no comió y que ya miró en la peda el Paquetaxo Flamin Hot...la manera en que llegué o más bien volví a ellas es curiosa cuanto menos. Estaba yo muy mamerto leyendo uno de esos libros super serios (La Cartuja de Parma) cuando mi mente empezó a trazar similitudes entre esa y otra historia que, en principio, nada que ver... En la novela de Stendhal el protagonista, Fabrizio Valserra del Dongo, es un joven noble muy pasional y romántico que en un arranque ardoroso de hombría se une a los ejércitos de Napeoléon...el día en que estos son derrotados, durante la famosa batalla de Waterloo. A partir de ahí, su vida es un ir y venir por los estados itálicos y austriacos, enamorando mujeres de todas las clases, aprendiendo parcialmente de muchos maestros, adoptando distintos disfraces, esquivando adversidades y enemigos y, llegada la hora, fugándose con una soga de su prisión en lo alto de una torre... es un personaje tan vital e ingenioso que me vino a la mente otro parecido, aunque ubicado en una obra literaria diferente, contemporánea y de tono mucho menos poético y grandilocuente. Se trata de Locke Lamora, personaje creado por el escritor estadounidense Scott Lynch, y cuyo rol consiste en ser el ladrón más versátil e involuntariamente torpe de todas las ciudades-estado de Therin, mundo, sobra decirlo, de fantasía. La cosa, el ajá, está en eso de "fantasía", porque la imagen que muchos tenemos de tal término aplicado a la literatura es la de un mundo medieval, de caballeros y dragones y hechiceros y doncellas y todas esas mamadas para nerds .Pero el mundo de Lynch es otra cosa, una extraña combinación de ambientación cultural y política renacentista con tecnología de la primera revolución industrial, lo cual quiere decir que en ese mundo las espadas coexisten con las armas de fuego, la alquimia es una ciencia en auge y ocupa el lugar que en otras fantasías ocuparía la magia, y los protagonistas, en lugar de ser guerreros adscritos al lado "del bien" o "de la luz" son una banda de artistas del robo, ladrones que elaboran golpes multimillonarios (llamados "juegos" en las novelas) y que para ello se valen de todo lo que ofrecen el cuerpo, la mente y la tecnología: hablan una variedad de idiomas y dialectos, hacen cosplay de quien haga falta para engañar a sus víctimas, conocen los hábitos y códigos de la etiqueta de todos los reinos y los imitan a la perfección, lo cual no quiere decir que no sepan batirse en duelo, forzar cerraduras con ganzúas y, a huevo que sí, escapar de lo alto de torres usando sogas y arneses...como se ve, es mucho más difícil ubicar moralmente a una cuadrilla de personajes que se dedican al latrocinio por el beneficio personal. En vez de una raya ética perfectamente dibujada sobre el suelo y que separa de los buenos a los malos, Lynch prefiere aventar a sus personajes al centro de una escandalosa lucha donde lo que impera es el interés... y es obvio que los protas no van a ser los únicos con intereses. De hecho, y aunque haya planteado estas novelas como fuegos pirotécnicos, también plantee que la pirotecnia es toda una ciencia y un arte. Y Lynch es un artesano de los fuegos divertidos: solo hay dos novelas traducidas al espanyol, pero las tres que conforman lo que va hasta ahora de la saga se ubican, cada una, en una ciudad.-estado diferente, cada una con sus propias formas culturales, tecnológicas, políticas y artísticas. En todas ellas, Lynch usa sus espacios urbanos como patios de recreo para su ENORME imaginación. No es solo que las historias sean ricas e intensas, que tengan giros originales y perfectamente coherentes y que planteen,  a su manera y sin ser intensas al respecto, dilemas filosóficos y éticos profundos sobre la propiedad, la religión, la amistad y la política, sino que además los lugares en donde dichas historias suceden son fascinantes, en todo el peso de la palabra, despliegues asombrosos de inventiva urbana y sociológica con un trasfondo y unas sociedades que quieres conocer íntimamente. En la primera novela la ciudad es Camorr, una transposición de Venecia pero magnificada al mil y entre cuyos canales nadan tiburones, cadáveres, tesoroso escondidos y ricos comerciantes extranjeros. La segunda novela le hace al mapa del mundo un enorme zoom out y aunque, efectivamente, también tenga un centro urbano alrededor del cual gira la historia (la ciudad-estado de Tal Verrar, una serie de islas en forma de lunas concéntricas o de capullos de una rosa) gran parte de la trama sucede en el océano, a bordo de un barco pirata, y Lynch no se guarda nada a la hora de inventar fauna marina, fenómenos climatológicos, ciudades ancestrales anegadas y toda clase de historias increíbles, siniestras y apasionantes de esas de viejo lobo de mar. No entraré en detalles porque merece, MERECE la pena presenciarlo sabiendo lo menos posible, y abajo dejaré unos links para quien guste de leerlas, completas y traducidas, en espanyol. 

La segunda saga a la cual volví, y de la cual sí están traducidas todas las partes, es la Serie de Bas-Lag, del británico China Mieville. Este wey es ya francamente inclasificable. Sus novelas casi que son su propio género, aunque gran parte de la crítica literaria se esfuerce en incluirlo en la llamada weird fantasy, término que él, como es natural, desprecia y al cual no se adscribe. Si la saga de Locke Lamora es imaginativa por sus tramas y por la combinación sutil de edades tecnológicas, Bas-Lag es un batidero de chingaderas, una capirotada de razas, planos existenciales, ciencias y tipos de magia y formas de gobierno que es sorprendente que funcionen en un todo cohesionado y atravesado por líneas narrativas bien estructuradas. En este caso, su trilogía no está centrada en un solo personaje ni en un grupo específico de ellos, cada novela es independiente en tiempo y en espacio de la otra y aunque los sucesos que suceden en alguna se tengan en cuenta para las demás, casi nada llega a ser una consecuencia directa, por lo que el autor tiene bastante libertad a la hora de aproximarse a cada trama. Y hace uso de esa libertad. La primera es algo parecido a un thriller/slasher psicológico con elementos policiales y de ciencia ficción muy oscura. Ocurre en la poderosa ciudad de Nueva Crobuzón, y sigue a un científico renegado, expulsado de la universidad por sus métodos e intereses científicos no ortodoxos que es novio de una mujer con cabeza de escarabajo y que se propone devolver la capacidad de volar a un hombre-pájaro al que le han cortado las alas por motivos ignotos...Pero he de advertir que esta base se tambalea y la novela pasa a tratar de algo distinto en muy poco tiempo. Es buena, atrapante y con dosis industriales de creatividad, pero la que es mi favorita y la que considero la mejor es la segunda, llamada La Cicatriz y que sucede, ojito, en una ciudad móvil conformada por millares de barcos pirata amarrados entre sí y que recorre el Mar Hinchado saqueando lo que se le pone en frente, aunque luego, y como en la primera, la trama da un giro super brusco y pasa a ser la cacería frenética de un animal legendario, lo cual da pie a un misterio tras otro, una revelación tras otra en un constante éxtasis de intriga, misterio y resolución que sin embargo no acaba de esclarecer la pregunta de qué chingados está sucediendo y quién está detrás de todo lo que ya está detrás de todo. 

No tengo a nadie con quien platicar de estas genialidades y por eso el tono de este texto es más de recomendación que de reseña o interpretación. Quiero tener con quién hablar de estos libros porque es una tragedia que vivan aislados, que no existan en nuestra cultura literaria. En México no somos entusiastas de la fantasía, quién sabe por qué será, y aunque sé que como en todo hay excepciones y hemos hecho algunas masivamente (Canción de Hielo y Fuego, El Señor de los Anillos y más recientemente la Saga de Geralt de Rivia) las que menciono aquí existen en un vacío de eco que es insoportable. Invito a todxs a leerla. No hay barrera de entrada en cuanto a lenguajes barrocos y prosas bruscas, el centro no deja de estar jamás en la historia y el misterio y el constante descubrir de los mundos que los autores inventaron. No van a arrepentirse. Háganle caso, aunque sea por una vez, a su changuito interior que le aplaude a los fuegos artificiales, únanse a la masa en éxtasis...lean por el placer de leer y no por el placer de decir que leyeron. Rueda por internet un consigna muy pendeja que propone que la literatura está hecha de "lujuria y tristeza". Falso, repulsivamente mentiroso. Ésa es la imagen que de la literatura tiene un masturbador crónico adicto a la pornografía. La literatura es creatividad avasallante, inventiva, ingenio, poder creador. Que no se les olvide perritos, porque aquí estaré yo, siempre estaré yo aquí para recordárselos. Por favor y gracias. Saludos 


>>>LINKS PARA QUE LEAS LAS LUMBRES DIVERTIDAS Y APLAUDA EL CHANGUITO QUE HAY DENTRO DE TI  DEL CUAL SIENTES VERGÜENZA

Saga Los Caballeros Bastardos:

1- Las Mentiras de Locke Lamora: https://telegra.ph/Las-mentiras-de-Locke-Lamora-03-21-57

2- Mares de Sangre Bajo Cielos Rojos: https://telegra.ph/Mares-de-sangre-bajo-cielos-rojos-12-11-110


Serie de Bas-Lag

1: La Estación de la Calle Perdido: https://telegra.ph/La-estaci%C3%B3n-de-la-calle-Perdido-03-31-71

2: La Cicatriz: https://telegra.ph/La-Cicatriz-03-28-72

3: El Consejo de Hierro: https://telegra.ph/El-Consejo-de-Hierro-12-18-83

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