Un solo pliniano bocabajo
Ahora que el volcán es un adiós de fuego
un lento irse en volutas
un largo, caliente hasta nunca
Ahora, Volcán, que evanesces
En la flama delicada de tus nervios
más la prisa delicada en tus pupilas que todo lo ven
nadie dañará el pequeño sol que vive piel adentro
que se arrima hasta tus pies
que te tiende una alfombra de cielo y espuma
en tu cielo que endereza mi arcoíris
distendido cual calambre de una luz que se dobló hacia afuera
Antes, tanto antes
de todo este mirarnos
enemiga, miraba cielos recién nacidos en tus ojos
arriba rojo sangre, sangre el hilo de los partos
de tus párpados
el corazón al galope pecho adentro
como un purasangre periqueado
cruzará en éxtasis la pradera de tus venas que no acaba
que se divide en dos, que se cruza con sí misma
que se rechazan sus corrientes y que vuelve
vuelve toda a reunirse corazón adentro
que sale de ti, amiga volcana
toda esta que es tu sangre
Y todas y cada una de las mariposas revoloteando adentro de tus trenzas
están hechas de sangre
amor, eres un sangrerío
hueles a herida que recién se abrió y que no ha sangrado
pero que sangrará
y sabes a saliva solitaria
! Esgrime todas tus arterias!
Y haz brotar la
miel de libélula liviana
Adiós, Volcán,
no sé quién eres



Comentarios
Publicar un comentario