las nubes sonámbulas
arriba
afuera
escurrida en la vidriera
la lluvia espiaba mis soledades
[espinazo de mi memoria]
con su efímero manojo de ojos
y sus manos mojadas de cielo.
Y quién me dirá que no
cuando le pregunte si allá en el arriba
entre las costras de nubarrones
no se abrirán a millares los picaportes azulosos
(azul venido de amarillo)
y que toda la tierra no ha sido
sino una celosía para el sol.
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